A Rhea Foust, de diez meses, de Cullowhee (Carolina del Norte), le encanta pasear en su cochecito, probar comida nueva y abrazar a su cachorro Remus. Nacida con una enfermedad genética extremadamente rara, el síndrome de Nager, Rhea tiene huesos subdesarrollados en la cara, las manos y los brazos. Uno de los efectos secundarios del síndrome de Nager que sufrió Rhea fue la pérdida de audición debido a que carecía de conductos auditivos. A su médico y a sus padres les preocupaba que cualquier retraso en la obtención de un dispositivo auditivo pudiera provocar graves retrasos en el desarrollo de Rhea, incluida la incapacidad para hablar. Desgarradoramente, el seguro de los Foust denegó a Rhea la cobertura de un dispositivo auditivo que le cambiaría la vida.

Consciente de la importancia de que un niño tenga acceso al sonido lo antes posible, el Fondo de Servicios Infantiles de WNC Bridge pudo comprar un dispositivo auditivo Cochlear™ Baha® Start para Rhea. Este audífono osteointegrado es útil para los niños que no tienen edad suficiente para una solución quirúrgica y proporciona al niño el rendimiento auditivo y la aplicación necesarios para maximizar el desarrollo del lenguaje al mismo nivel que sus compañeros oyentes.

La madre de Rhea, Lydia Foust, expresó su alegría y gratitud por que su hija recibiera el audífono: "El BAHA marcó inmediatamente la diferencia en el desarrollo de Rhea. Intenta copiar ruidos y también ha mejorado físicamente. El día que Rhea recibió el BAHA, empezó a responder a las voces y a reconocer las de mamá y papá incluso cuando no podía vernos. A Rhea le encanta bailar al ritmo de la música y no ha dejado de hacerlo desde entonces. También está mucho más contenta ahora que puede oír. Gracias no parece adecuado para expresar nuestra gratitud por WNC Bridge Foundation y sus donantes. Tener un hijo con una enfermedad genética rara no es fácil, pero hemos sido bendecidos con creces. Rhea es nuestro mundo, y estamos muy agradecidos por su capacidad para oír con su ayuda financiera ".